Cuando somos niños nuestra madre o quien nos cuide, elije la ropa por nosotros, nos la compra según sus gustos. Según vamos creciendo nuestra personalidad va madurando y llega un momento en el que vamos de compras con nuestra madre y le soltamos un: No, eso no. Quiero "eso". Ella pondrá pegas y cederá, o quizá no. Pero a lo que voy, siempre en nuestra madre podíamos encontrar la crítica sin pasteurizar, el café sin moler, vamos... que te iba a decir la verdad doliera o no.
Os reproduzco la típica conversación con mi madre:
- Mamá, ¿me hace el culo gordo?
Responde sin ni siquiera levantar la mirada:
- Te hace el culo que tienes.
- Ya, vale, ¿pero me lo hace gordo o no?
- Si tienes el culo gordo, seguirá siendo gordo.
Y de ahí no salíamos.
La entrada de hoy se la dedico al colorblock o lo que es lo mismo, el daltonismo en estado puro. Siempre he creído que los colores hay que combinarlos con sus semejantes. Por ejemplo, el marrón, un color muy difícil de combinar. Pero combina muy bien con tonos semejantes, como el beige, el mostaza, tierra, teja, e incluso el verde. El negro combina muy bien con casi todos excepto con los de su misma tonalidad. Jamás se me ocurriría vestir una blusa rosa y un pantalón rojo. Pero no, llega el colorblock y te lo descoloca todo.
Os reproduzco la típica conversación con mi madre:
- Mamá, ¿me hace el culo gordo?
Responde sin ni siquiera levantar la mirada:
- Te hace el culo que tienes.
- Ya, vale, ¿pero me lo hace gordo o no?
- Si tienes el culo gordo, seguirá siendo gordo.
Y de ahí no salíamos.
La entrada de hoy se la dedico al colorblock o lo que es lo mismo, el daltonismo en estado puro. Siempre he creído que los colores hay que combinarlos con sus semejantes. Por ejemplo, el marrón, un color muy difícil de combinar. Pero combina muy bien con tonos semejantes, como el beige, el mostaza, tierra, teja, e incluso el verde. El negro combina muy bien con casi todos excepto con los de su misma tonalidad. Jamás se me ocurriría vestir una blusa rosa y un pantalón rojo. Pero no, llega el colorblock y te lo descoloca todo.
Esto, señores de la moda, es un horror. Y no lo digo por la modelo (a la que se le ha pixelado el rostro para resguardar su identidad, aunque no tengo ni idea de quien es), aunque también tiene algo de culpa. El hecho de tener un sobrepeso considerable y ponerse una falda que la hace como una mesa camilla de las de antaño, con el braserito debajo y todo, tiene algo de culpa. Pero no es a lo que vamos. A lo que voy es que me da igual que esté de moda, que sea el último grito. Esos colores hacen daño a la vista. Veamos otros gráficos ejemplos de lo que jamás me pondría.
Es necesario que despidan al que diseñó estas prendas y es urgentísimo que les pongan bocata de lomo en vena a estas muchachas.
Me recuerdan a los jerséis ochenteros
Muy Cyndi Lauper
Que no me digan que esto es una tendencia actual porque la señora Ágatha Ruiz de la Prada lleva haciéndolo toda la vida.
¿Qué es lo próximo?