Vengo a hablar de esa prenda que para muchas es una pesadilla: el sostén, el sujetador... llamémosle "X". Muchas no estarán de acuerdo en lo que voy a decir, y es que es preferible sacrificar lo bonito por la función. A veces un sujetador es muy bonito, tiene encajes, lacitos, etc... sabemos que ese sujetador es para los 10 minutos previos a ya sabemos qué. Pero también sabemos que no hace lo que tiene que hacer, y es que por muy sexy que sea no sujeta bien, se te clavan los aros y te pica.
El sujetador es una prenda muy importante. Ayuda a que nuestros pechos estén sanos y a que la gravedad no haga de las suyas (desgraciadamente contra ella no se puede luchar). Seamos sinceras, los pechos sólo tienen una función biológica, que es amamantar a una criatura. No hay más, de verdad, por más vueltas que le queramos dar no tienen otra función. De hecho sería bastante práctico que únicamente nos crecieran sólo cuando la biología lo necesitara, así nos quitaríamos muchos problemas de la cabeza.
Hay unas pequeñas normas que, si las seguimos con precisión, conseguiremos que nuestros pechos no se vayan al traste. Y ojo, que vale igualmente para el sujetador del bikini. Aquí van:
REGLA 1: PONTE SUJETADOR ¡SIEMPRE!
Veo muchas chicas, con poco o mucho pecho que, cuando llega el verano es como si no lo necesitaran. Se ponen esos vestiditos playeros de corte imperio de tirantes y listo. Sólo tres palabras: no, no y no. Jamás una mujer sale sin sujetador, por poco que tenga. No sólo afea tu figura, te hace más rechoncha sino que tu cuello y tus hombros lo notarán. El sujetador es una herramienta que ayuda a nuestra espalda a mantenerse en la posición que debe. ¿Por qué les duele la espalda a las embarazadas en la última etapa de gestación? Por el peso que llevan delante. Con los pechos pasa exactamente igual. El sujetador es nuestro aliado. Nunca prescindas de él.
El sujetador es una prenda muy importante. Ayuda a que nuestros pechos estén sanos y a que la gravedad no haga de las suyas (desgraciadamente contra ella no se puede luchar). Seamos sinceras, los pechos sólo tienen una función biológica, que es amamantar a una criatura. No hay más, de verdad, por más vueltas que le queramos dar no tienen otra función. De hecho sería bastante práctico que únicamente nos crecieran sólo cuando la biología lo necesitara, así nos quitaríamos muchos problemas de la cabeza.
Hay unas pequeñas normas que, si las seguimos con precisión, conseguiremos que nuestros pechos no se vayan al traste. Y ojo, que vale igualmente para el sujetador del bikini. Aquí van:
REGLA 1: PONTE SUJETADOR ¡SIEMPRE!
Veo muchas chicas, con poco o mucho pecho que, cuando llega el verano es como si no lo necesitaran. Se ponen esos vestiditos playeros de corte imperio de tirantes y listo. Sólo tres palabras: no, no y no. Jamás una mujer sale sin sujetador, por poco que tenga. No sólo afea tu figura, te hace más rechoncha sino que tu cuello y tus hombros lo notarán. El sujetador es una herramienta que ayuda a nuestra espalda a mantenerse en la posición que debe. ¿Por qué les duele la espalda a las embarazadas en la última etapa de gestación? Por el peso que llevan delante. Con los pechos pasa exactamente igual. El sujetador es nuestro aliado. Nunca prescindas de él.
¿Puedes tus pechos permitirse el lujo de ir sin sujetador?
REGLA 2: SE TRANSPARENTA, ¿SÍ O NO?
A veces pensamos que el hecho de que el sujetador se transparente a través de la ropa que llevamos es algo seductor, y la mayoría de las veces da un aspecto cutre a nuestra apariencia. Piensa en el color de sujetador que llevas. Si no quieres que tu sujetador se muestre a través de tu ropa aquí tienes unos consejillos:
- Si eres de piel clara llevar un sujetador claro te asegurará que no se transparentará. En cambio, si llevas uno oscuro, hará justamente el efecto contrario. También puedes llevar un sujetador del mismo color que la camisa o camiseta que lleves. Incluso camisas que nunca pensaste que fueran transparentes lo serán si llevas un sujetador de color equivocado. Me pasó con una camisa negra, normal y corriente de algodón y algo de lycra. Llevé un sujetador blanco y en todas las fotos salió mi sujetador con la ayuda del flash de la cámara.
- Si eres de piel oscura siempre acertarás llevando un sujetador oscuro. Para ti, llevar un sujetador claro bajo una camisa blanca será todo un espectáculo para ojos ajenos.
A veces pensamos que el hecho de que el sujetador se transparente a través de la ropa que llevamos es algo seductor, y la mayoría de las veces da un aspecto cutre a nuestra apariencia. Piensa en el color de sujetador que llevas. Si no quieres que tu sujetador se muestre a través de tu ropa aquí tienes unos consejillos:
- Si eres de piel clara llevar un sujetador claro te asegurará que no se transparentará. En cambio, si llevas uno oscuro, hará justamente el efecto contrario. También puedes llevar un sujetador del mismo color que la camisa o camiseta que lleves. Incluso camisas que nunca pensaste que fueran transparentes lo serán si llevas un sujetador de color equivocado. Me pasó con una camisa negra, normal y corriente de algodón y algo de lycra. Llevé un sujetador blanco y en todas las fotos salió mi sujetador con la ayuda del flash de la cámara.
- Si eres de piel oscura siempre acertarás llevando un sujetador oscuro. Para ti, llevar un sujetador claro bajo una camisa blanca será todo un espectáculo para ojos ajenos.
NO es sexy, NO es bonito, NO es seductor, NO excita a nadie
REGLA 3: CONOCE BIEN TU TALLA DE COPA Y CONTORNO
Los tallas de sujetadores difirieren dependiendo de la marca. Por eso es muy importante probarnos el sujetador antes de comprarlo y saber realmente nuestra talla. Quizá creas que llevas la talla correcta de sujetador, pero aquí te muestro unos detalles para asegurarte de que tu sujetador está haciendo lo que debe hacer.
Y para que sea más gráfico, unas imágenes. Seguro que has experimentado más de uno de estos errores.
Los tallas de sujetadores difirieren dependiendo de la marca. Por eso es muy importante probarnos el sujetador antes de comprarlo y saber realmente nuestra talla. Quizá creas que llevas la talla correcta de sujetador, pero aquí te muestro unos detalles para asegurarte de que tu sujetador está haciendo lo que debe hacer.
- No deberías poder de meter más de dos dedos en el espacio entre el centro de tu espalda y el sujetador (en el broche o enganche).
- Tus pechos no deben "desbordarse" de la copa, ni por el frente ni por los lados. Si se salen de la copa quiere decir que ese sujetador te está pequeño o que los tirantes tienen que ajustarse. Pero tiene toda la pinta de que esa copa no es la tuya.
- El centro del sujetador, donde confluyen las copas, debe estar pegado a tu esternón.
Y para que sea más gráfico, unas imágenes. Seguro que has experimentado más de uno de estos errores.
Un buen sujetador no sólo tiene que ajustarse en la copa, tiene que ajustarse también correctamente en la parte de atrás. Este mal ejemplo muestra un sujetador quizá muy bonito por delante, pero nada favorecedor en la parte de la espalda.
¿Qué pasa si de copa nos está bien pero el cierre nos queda muy alto? Eso significa que tenemos que coger una talla menor de contorno y subir una de copa.
¿Te hace marcas y luego te rascas como cuando te aprieta un calcetín? Algo estás haciendo mal.
Las pechugas sobresalen de la copa. Este sujetador te está pequeño. No te molestes, porque sufrirás todo el día.
Una cosa es que no apriete y otra que las lleves bailongas.
En los dos ejemplos erróneos el sujetador es demasiado pequeño. Y ese "abultamiento" en el que los pechos suben hacia arriba (no van a subir hacia abajo) no es sexy. Fijáos dónde va el aro del sujetador y fijáos dónde va el aro en la foto correcta. Eso se llama elegir bien la talla.
REGLA 4: MEJOR A MANO
Sí, sé que es un petardo, pero lo ideal sería lavarlos a mano. No te voy a obligar a lavarlos a mano, así que te diré qué hacer para protegerlos en la lavadora. Cierra el broche trasero y dóblalo sobre sí mismo, copa con copa. Mételo en una bolsita de lavandería, de esas para prendas delicadas o también toma una funda de almohada, mételo dentro y hazle un nudo a la funda. Así evitarás que los corchetes del broche se enganchen con otras prendas y protegerás la forma del sujetador.
REGLA 5: CÁMBIALOS A MENUDO
Si alguna vez se te han salido los aros del sostén, sabes perfectamente que por mucho que lo arregles volverán a salir por el mismo sitio. Eso significa que hay que deshacerse de ese sujetador. Si ha perdido ajuste, si se te queda flojo, si los tirantes se suben y bajan a su libre albedrío... tíralo.
Sí, sé que es un petardo, pero lo ideal sería lavarlos a mano. No te voy a obligar a lavarlos a mano, así que te diré qué hacer para protegerlos en la lavadora. Cierra el broche trasero y dóblalo sobre sí mismo, copa con copa. Mételo en una bolsita de lavandería, de esas para prendas delicadas o también toma una funda de almohada, mételo dentro y hazle un nudo a la funda. Así evitarás que los corchetes del broche se enganchen con otras prendas y protegerás la forma del sujetador.
REGLA 5: CÁMBIALOS A MENUDO
Si alguna vez se te han salido los aros del sostén, sabes perfectamente que por mucho que lo arregles volverán a salir por el mismo sitio. Eso significa que hay que deshacerse de ese sujetador. Si ha perdido ajuste, si se te queda flojo, si los tirantes se suben y bajan a su libre albedrío... tíralo.
Porque a todo esto muchas mujeres no saben qué talla de sujetador tienen. ¿Qué es eso de las letras? Las tallas de sujetador constan de una cifra y una letra. La cifra son los centímetros del contorno del torso, es decir, lo que se mide por debajo de los pechos dando la vuelta al torso. Y la letra hace referencia a la copa. Cuanto menor sea el número y más cerca de la A esté la letra, más pequeño será el sujetador.
Da mucha pereza pero es necesario si quieres acertar con tu sujetador.
Cómo medir la talla: el contorno bajo el busto
Coge el metro y calculemos la talla. Llamamos talla a la medida del contorno del torso justo debajo del pecho. En la foto lo verás claro: es la linea B. Hay personas con espalda ancha y otras más bien estrecha en ese punto. La medida de la talla es crucial para una sujeción justa: ni apretado ni suelto.
Cómo medir la copa:
El contorno del busto. La segunda parte consiste en medir el torso añadiendo el busto. Debes medir los centímetros que van hasta la parte más saliente del pecho (corresponde a la linea A de la foto). Suele ser el pezón así que mide justo por encima de la aureola. Esa medida determinará la copa de tu talla global.
Cómo medir la talla: el contorno bajo el busto
Coge el metro y calculemos la talla. Llamamos talla a la medida del contorno del torso justo debajo del pecho. En la foto lo verás claro: es la linea B. Hay personas con espalda ancha y otras más bien estrecha en ese punto. La medida de la talla es crucial para una sujeción justa: ni apretado ni suelto.
Cómo medir la copa:
El contorno del busto. La segunda parte consiste en medir el torso añadiendo el busto. Debes medir los centímetros que van hasta la parte más saliente del pecho (corresponde a la linea A de la foto). Suele ser el pezón así que mide justo por encima de la aureola. Esa medida determinará la copa de tu talla global.
Imagina que tu torso mide 70 cm y que tu pecho (copa) mide 90 cm. Según las medidas de la tabla debes pedir una 85E. Talla poco corriente pero que existe: espalda estrecha y pecho abundante.
Para terminar hazte estas preguntas:
Si has contestado "sí" a al menos una de estas preguntas es hora de ir a la corsetería, tomar la cinta métrica y cambiar de sujetador.
Y por supuesto, no te olvides de hacerte la revisiones periódicas, ecografía mamaria o mamografía, según sea tu edad. Palpa tus pechos en diferentes días del mes. Es normal que durante la menstruación estén más blandos y sensibles, al igual que pueden estar más duros en otros días. Averigua bien que es lo normal en ti, y si ves un bultito que el mes pasado no estaba ahí, que te duele al tocarlo y está fijo (no se mueve al tocarlo), ve a tu médico a consultarle. Si tu pezón ha cambiado de color, se ha hundido o supura, es hora de ir al médico. Los pechos son para toda la vida. Hay que cuidarlos.
Para terminar hazte estas preguntas:
- ¿Se te caen los tirantes?
- ¿Estás incómoda con tu sujetador?
- ¿Se bambolean los pechos cuando corres o saltas?
- ¿Los aros se salen y se te clavan en el canalillo o en el costado?
- ¿Se te incrustan los tirantes en los hombros?
- ¿Estás constantemente tirando de los elásticos?
- ¿Tus pechos están más cerca de tu ombligo que de tu barbilla?
Si has contestado "sí" a al menos una de estas preguntas es hora de ir a la corsetería, tomar la cinta métrica y cambiar de sujetador.
Y por supuesto, no te olvides de hacerte la revisiones periódicas, ecografía mamaria o mamografía, según sea tu edad. Palpa tus pechos en diferentes días del mes. Es normal que durante la menstruación estén más blandos y sensibles, al igual que pueden estar más duros en otros días. Averigua bien que es lo normal en ti, y si ves un bultito que el mes pasado no estaba ahí, que te duele al tocarlo y está fijo (no se mueve al tocarlo), ve a tu médico a consultarle. Si tu pezón ha cambiado de color, se ha hundido o supura, es hora de ir al médico. Los pechos son para toda la vida. Hay que cuidarlos.