Pobre Leighton Meester, la pobre se fió de su maquillador y la dejó echa un cristo, que parecía que acababa de salir de un combate contra Mike Tyson, con los ojos amoratados. ¡Qué horror de maquillaje! ¿De dónde se sacan que eso es bonito y favorecedor? El maquillaje hace dos funciones; una, disimular los defectos, y dos, resaltar aquello que nos parece bello. En este caso no consigo sacar nada de ese estilo que o bien eligió y le pusieron.
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